Siguiendo con mi tendencia por escuchar música con fuerte carga emocional, recientemente me hice con este maravilloso trabajo musical lanzado bajo el famoso sello Windham Hill en el año 1997 compuesto por el músico irlandés Patrick Cassidy, acerca del cual ya he tenido la foruna de comentar anteriormente en sus colaboraciones con la no menos talentosa Lisa Gerrard, en álbums como Immortal Memory e incluso en algunos cortes de The Silver Tree, asi como también en la bellísima aria Vide Cor Meum que figura en el soundtrack de la película Hannibal; asi puedo decir que la música de este disco va en la misma línea invernal, melancólica y reflexiva de los mencionados anteriormente, pero de un corte mucho mas clásico y orquestal con algunos toques folklóricos irlandeses, creo que fácilmente podríamos llamarlo un "Requiem Celtico".
Fué en el año 1996 cuando Cassidy estrenó en la Catedral de San Patricio de Nueva York, ésta, su tercer opus "Famine Remembrance" en conmemoración del 150 aniversario de Gran Hambruna Irlandesa, de la cual se nos relata brevemente en el interior del disco, acerca del sufrimiento vivido por el pueblo irlandés desde el verano de 1845 a 1849 aproximadamente al ser presas de una plaga de orígenes fúngicos proveniente de México y U.S.A. que devastó los sembradíos de patatas, fuente principal de alimento del país en aquellos años. Esto vino a desencadenar una serie de enormes problemas sociales, corrupción, abuso, crueldad, éxodos masivos y muerte, asi aquella nación vino a perder un cuarto de su población, una verdadera catástrofe para cualquier país. De hecho se dice que Irlanda no volvió a ser la misma desde la Gran Hambruna, donde entre 1841 y 1951 su población disminuyó de 8.2 a 6.6 millones de habitantes.
Basándonos en la historia podemos hacernos una idea del tipo de música que se aprecia en esta obra, una serie de adagios, plegarias, himnos y elegías que harán las delicias de cualquier persona en busca de algo que realmente sea capaz de conmover.
"Funeral March" es el primer tema del disco y abre con muchísima fuerza desde el primer instante con un estruendo que me hace recordar la forma que Beethoven tenía de iniciar la mayoría de sus obras. Hay que decir que aunque este corte totalmente instrumental cumple con creces el sentimiento que brinda una marcha fúnebre, a la vez resulta bastante luminoso y esperanzador, todo depende de la perspectiva que se tome; puede hacernos sentir tanto tristeza como alegría, y esa ambivalencia solamente un gran compositor es capaz de lograr. Debo agregar también que esta bella melodía fué usada en el trailer cinematográfico de la polémica película "Tree Of Life" que desde ya les adelanto que me ha parecido toda una obra de arte incomprendida por las mayorías, como es habitual desgraciadamente.
"Saint Patrick's Breastplate I" es un tema coral basado en parte en un interesante himno cristiano atribuído a San Patricio en el siglo V d.C. que a su vez tiene claras influencias de invocación druida. Básicamente consiste en hacer un llamado al espíritu de Dios con fines de invocar su divina protección.
"Skibbereen" es un bellísimo himno sin voces con claras reminiscencias del "Lux Aeterna" del "Enigma Variations" de Edward Elgar.
"A Supplication" es un aria para coro, mezzo-soprano y tenor con todo el espíritu de Handel en ella, cuya letra está basada en un poema escrito por Lady Jane Wilde (1824-1896) también conocida como "Speranza", nombre bajo el cual escribía y publicaba para el periódico "The Nation" precisamente en la época de la Gran Hambruna. Este poema fué publicado el 18 de diciembre de 1847 en el mencionado periódico.
"Lament" captura a la perfección el sentimiento de pérdida que surge de una tragedia como ésta, pero como ocurre en el primer corte del disco, no deja con una sensación de vacío realmente, sino de resignación, como de haber derramado todas las lágrimas que tenían que derramarse y ahora nos senimos mas aliviados. Este tema también funciona a la perfección para ambientar cualquier paisaje invernal.
"Saint Patrick Breastplate II" es la segunda parte de la plegaria iniciada en el track #2, y como tal sigue la misma línea musical de esta aunque ligeramente mas vivaz y triunfante, por ello, brinda una mayor sensación de agradecimiento que de petición.
"The Itinerant Singing Boy" es uno de los momentos cumbre del álbum, donde el sentimiento de lamentación es tremendo en este adagio con la blanca voz del niño soprano Terence Kelly recitando, por segunda vez en este disco, un poema de Lady Wilde (Speranza) publicado en el periódico "The Nation" el 29 de Diciembre de 1849, como vemos, también dentro del período de la Gran Hambruna.
"De Profundis" es realmente impresionante, pues es aquí donde queda en completa evidencia la talla de músico que es Patrick Cassidy. Podría jurar que De Profundis es una parte perdida del Requiem de Mozart ya que se encuentra a la misma altura de éste manteniendo todo el estilo, arreglo e instrumentación del período Clásico, sobre todo en la parte coral. Es como una combinación entrte dos de las mejores y mas conocidas obras de Wolfgang Amadeus Mozart, la "Lachrymosa" del Réquiem y el "Qui Tollis" de su Misa en c menor. Para muestra un botón:
"Funeral March (versión 2)" nos muestra una versión mas íntima del primer corte, mucho mas sosegada al principio, solamente un dúo de órgano y gaita que forman una bellísima postal de invierno, para entonces, en medio de la calma, irrumpir nuevamente la orquesta completa en toda su magnificencia como sucedió en un principio. Una gran forma de terminar el disco sin lugar a dudas.
Asi pues, termina uno de los mejores trabajos musicales que he llegado a escuchar recientemente, en donde no hay un solo tema de relleno y no podría elegir una como mi favorita, aunque confieso cierta inclinación por "The Itinerant Singing Boy" y "De Profundis". Si te gusta la música clásica, sobre todo las misas de Mozart y Beethoven, y tienes predilección por los adagios sobre todo, este disco no te defraudará en ningún momento.